Oposición
para algunos es oponerse a todo, es la oposición del no, cualquiera que sea el
planteamiento que presente el equipo de gobierno, sea bueno, malo o regular. Es
una oposición entendida como el ejercicio permanente de marcar la diferencia
con quien gobierna, defender el proyecto propio como único posible y decir NO a
todo.
Oposición
para otros, sin embargo, es acordar desde la diferencia, buscar puntos de
encuentro para resolver los problemas y las aspiraciones de la ciudadanía a la
par que evidenciar y denunciar aquellas actuaciones que vulneren o mermen
derechos de las personas.
Las
consecuencias de una u otra actitud son evidentes. La primera postura de
“oposición del no” es negativa, no construye, niega las posibilidades de mejora
y avance porque antepone criterios y posiciones partidistas a los intereses de
la ciudadanía. Por contra, la posición basada en buscar acuerdos y áreas de
consenso reconoce la voluntad ciudadana expresada en la cuota de representación
de cada opción política. Es un modo de hacer política que se esfuerza en buscar
puntos de encuentro, de acuerdo, con diferentes opciones para la resolución de
las necesidades y demandas ciudadanas, aunque esto suponga también ceder
o posponer proyectos y posiciones. Digo posiciones, no digo ceder en principios
y criterios básicos
Con
Borrell en la oposición y Alegre fuera del ayuntamiento existe una oposición de
confrontación, una oposición del NO, básicamente sobre dos maneras de entender
el patrimonio público y el espacio urbano, confrontación democrática sobre
proyectos y sobre prioridades. Desde el ayuntamiento se presentan temas
que afectan a los vecinos y que condicionan el futuro de todos y desde la oposición se
presentan temas de confrontación: si detrás de la escuela Martí i Pol van
bloques de pisos o si se amplía el Parque Europa, tiene consecuencias
importantes para el futuro del barrio de Mas Llui, para el futuro de Sant Feliu
y para la definición de su patrimonio público, con Borrell en la oposición y el
Alegre fuera del ayuntamiento, hacen oposición con temas que no tienen mucha
trascendencia sobre el futuro de nadie, que no tenga mucho interés más allá de
aquellos que se pasan la vida buscando pelos en la sopa y gritando: "mira,
mira, he encontrado uno!" ... Hacer oposición buscando pelos en la sopa
es, en el fondo, triste, muy triste y a los ciudadanos de Sant Feliu NO nos
interesa.
Lo que
nos interesa a los ciudadanos de esta ciudad es un modelo de gobierno y de
ciudad como el que tenemos, con repercusiones en el futuro de Sant Feliu, con
el objetivo de mejorar el día a día de todos y en todos los barrios, una
gobierno que trate temas de fondo y no anécdotas, un gobierno con pleno respeto
a las personas, un gobierno que se inició a las elecciones de 2011 y que busca
puntos de encuentro, de acuerdo, con principios y criterios al servicio de las
personas.
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