jueves, 17 de octubre de 2013

Dos maneras de hacer oposicion: "o sobre pèls a la sopa o sobre prioritats"




Oposición para algunos es oponerse a todo, es la oposición del no, cualquiera que sea el planteamiento que presente el equipo de gobierno, sea bueno, malo o regular. Es una oposición entendida como el ejercicio permanente de marcar la diferencia con quien gobierna, defender el proyecto propio como único posible y decir NO a todo.
Oposición para otros, sin embargo, es acordar desde la diferencia, buscar puntos de encuentro para resolver los problemas y las aspiraciones de la ciudadanía a la par que evidenciar y denunciar aquellas actuaciones que vulneren o mermen derechos de las personas.
Las consecuencias de una u otra actitud son evidentes. La primera postura de “oposición del no” es negativa, no construye, niega las posibilidades de mejora y avance porque antepone criterios y posiciones partidistas a los intereses de la ciudadanía. Por contra, la posición basada en buscar acuerdos y áreas de consenso reconoce la voluntad ciudadana expresada en la cuota de representación de cada opción política. Es un modo de hacer política que se esfuerza en buscar puntos de encuentro, de acuerdo, con diferentes opciones para la resolución de las  necesidades y demandas ciudadanas, aunque esto suponga también ceder o posponer proyectos y posiciones. Digo posiciones, no digo ceder en principios y criterios básicos
Con Borrell en la oposición y Alegre fuera del ayuntamiento existe una oposición de confrontación, una oposición del NO, básicamente sobre dos maneras de entender el patrimonio público y el espacio urbano, confrontación democrática sobre proyectos y sobre prioridades. Desde el ayuntamiento se presentan  temas que afectan a los vecinos y que condicionan el futuro de todos y desde la oposición se presentan  temas de confrontación: si detrás de la escuela Martí i Pol van bloques de pisos o si se amplía el Parque Europa, tiene consecuencias importantes para el futuro del barrio de Mas Llui, para el futuro de Sant Feliu y para la definición de su patrimonio público, con Borrell en la oposición y el Alegre fuera del ayuntamiento, hacen oposición con temas que no tienen mucha trascendencia sobre el futuro de nadie, que no tenga mucho interés más allá de aquellos que se pasan la vida buscando pelos en la sopa y gritando: "mira, mira, he encontrado uno!" ... Hacer oposición buscando pelos en la sopa es, en el fondo, triste, muy triste y a los ciudadanos de Sant Feliu NO nos interesa.
Lo que nos interesa a los ciudadanos de esta ciudad es un modelo de gobierno y de ciudad como el que tenemos, con repercusiones en el futuro de Sant Feliu, con el objetivo de mejorar el día a día de todos y en todos los barrios, una gobierno que trate temas de fondo y no anécdotas, un gobierno con pleno respeto a las personas, un gobierno que se inició a las elecciones de 2011 y que busca puntos de encuentro, de acuerdo, con principios y criterios al servicio de las personas.




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