jueves, 31 de julio de 2014

Ni todos son como él, ni todos son como tú



Me dirijo a ti.

Sé que suficiente tienes con lo que tienes. El colegio, el trabajo, lo caro que es comprar, lo duro que es mantener lo que habías conseguido a costa de endeudarte con el banco. Seguramente, a tu alrededor tienes gente que ha caído con esta crisis, que ha perdido su empleo, que se encuentra mal. Seguramente miras la televisión pensando que esto tenía que pasar, que viajábamos en un Crucero, en un Costa Concordia cualquiera y que, en el fondo, cuando vinieron mal dadas pasó lo de siempre. Que los capitanes huyeron del barco dejando a su suerte a la ciudadanía, sin botes salvavidas para todos. Ellos sobreviven de lo que tú pagaste, de la confianza que les diste. Tal vez llegaste a la orilla. Mira atrás, otros han muerto                                          .

Si eres catalán, te hayan convencido de que el problema es el derroche de los españoles, que tratan mal a tu gente y no respetan tu cultura. Tal vez, si eres de cualquier lugar de España, te hayan convencido de que los catalanes son unos insolidarios y egoístas. Da lo mismo                                                                      


Tus odios o tus prejuicios, como los míos, pueden tener que ver con nuestra educación, con nuestra experiencia personal o con nuestras tradiciones familiares. Igual hasta el fútbol también determina parte de nuestros pensamientos, no lo sé. Igual eres católico y rechazas a la izquierda en general porque es poco respetuosa con tus sentimientos. Y seguramente tengas razón, porque en el fondo piensas como ellos: que tu iglesia no debe de mantener determinados privilegios                                       


La derecha no te aporta soluciones y te priva de derechos. Te han mentido y lo sabes. Los del PSOE navegan sin rumbo. Se saben cómplices de lo que ha ocurrido y les cuesta mirar a la cara de la gente. Hay otras opciones pero salen poco en los medios. A los que están más a la izquierda les ves todo el día peleándose y, a veces, defendiendo posturas que consideras radicales, que te asustan un poco. Pero no hay nada más radical que esta crisis, eso tenlo en cuenta. Por el centro, aparece un "no sé qué" y un "qué se yo". Tal vez puedan recoger tu desencanto con los grandes partidos, crees a veces. Pero, cuando curioseas un poco, encuentras exactamente lo mismo que ya tienes                                                      .

Yo no quiero confrontar tus ideas. No vengo a convencerte de nada. Te dicen que los sindicatos solo tratan de mantener sus privilegios y aprovecharse de esto y tú así lo crees, porque habrás conocido a algún delegado sindical con más cara que espalda. Pero, solo un matiz. Ni todos son como él, ni todos son como tú                    


Si has decidido ignorar la política, si crees que todo es lo mismo, si piensas abstenerse en el primer proceso electoral que venga, o votar otro cambio hacia lo mismo de nuevo, yo solo quiero que tengas en cuenta que lo que estás perdiendo ahora, te costará mucho recuperarlo. No esperes demasiado tiempo hasta darte cuenta de que es importante            .


Igual algunos términos de los que uso te suenan antiguos. Igual te parece místico hablar de conciencia de clase, de lucha obrera y cosas así. No los uses. No hace falta ningún carnet. No es necesario ponerse detrás de unas siglas. Debemos intentar que esto sea lo menos injusto posible, para que, quienes han creado esta estafa, que no es más que una gripe de invierno dentro de un sistema enfermo, paguen las consecuencias. Que por muchas mentiras que nos cuenten, no nos van a doblegar. Porque compartimos algo: creemos en la gente a la que queremos y queremos para ella justicia e igualdad. Y, por eso mismo, debemos de ser conscientes que eso es lo que necesitan todos, aunque no les conozcamos. Solidaridad, no caridad                   


Solo una cosa más. Conozco gente dispuesta a cambiar esto, dispuesta a pelear por ti y por todos. Y sí, muchos son políticos. Lucharán contra el silencio de los telediarios, contra una Ley Electoral injusta y contra sus propias discusiones internas, pero tenemos que tener una cosa bien clara; Tenemos  que ser muchos y hacerlo juntos.
Pues eso, si ya te has acabado el café, piensa sobre todo esto. Compártelo con quien quieras y busca alternativas que defiendan tus intereses y tu dignidad