La evolución de los acontecimientos en la llamada
crisis de la deuda soberana ha puesto sobre la mesa escenarios que hasta hace
poco casi nadie se atrevía a considerar. Uno de ellos, es la salida de Grecia del euro.
Tras aplicar, a trancas y barrancas y en medio de una fortísima contestación
social, sucesivos planes de ajuste en los últimos dos años para tratar de
reequilibrar sus finanzas públicas, Grecia sigue en el hoyo. Y
más hundida, si cabe, que cuando fue rescatada por primera vez en el ya lejano
mayo del 2010.
Las subidas de impuestos y los recortes de gastos
han sumido al país en una profunda recesión y le han impedido cumplir sus
deberes en lo que hace referencia al cuadro macroeconómico. Si se cumplen las
previsiones, la República Griega cerrará el año con un déficit cercano al 10%
del PIB y una deuda pública que se aproximará al 160% de su economía. Los
analistas, las agencias de rating y los economistas de uno y otro signo
coinciden: Grecia es insolvente y la situación en Europa ha devenido ya
insostenible...
Y, como si se tratara de un hijo díscolo, algunos
piden ya que Grecia sea desheredada, expulsada del club del que forma parte
desde enero del 2001, que Grecia abandone el euro "ya no es
impensable", dicen unos. Se trata de sacar la manzana podrida del cesto para evitar
que el resto de los países entre en una putrefacción similar, dicen otros.
De momento, las autoridades europeas niegan la
mayor. El tiempo dirá si se avanza en esta dirección o no, pero de momento, y
al margen de que esto sea realmente posible y de que vaya a producirse, lo que
sí tienen claro es que las consecuencias de una fragmentación en el seno del
euro serían gravísimas. ¿Qué pasa si Grecia suspende pagos y abandona la moneda
única?. La cuestión planteada ahora es absurda, ya que vincular la insolvencia
de un Estado a su pertenencia a la moneda única no tiene ningún sentido. Cuando
California o Wisconsin quebraron, nadie se planteó que dejaran de utilizar el
dólar; en cambio, en Europa, no existe la cultura de lo que es compartir una
moneda. ¿Por qué si un país abandona la unión europea no puede seguir
utilizando el euro?.Si al fin al cabo es lo único que tenemos en común los
estados miembros.
El hecho de que fuera posible que un país con
problemas saliera del euro no tiene por que sentar un precedente negativo para el resto.
Los ciudadanos griegos deberán asumir más
sacrificios y también los acreedores; la reestructuración es necesaria, con el
nombre que se le quiera dar, pero tendrá que haber una quita sustancial de sus
deudas y esas pérdidas se las tendrán que anotar los acreedores.
La palabra griega "democracia" ("el gobierno del
pueblo") fue inventada por los atenienses para definir un sistema de gobierno de la
ciudad en el cual las decisiones eran tomadas por la asamblea de ciudadanos y no por un rey o emperador como en otras
ciudades o imperios de la antigüedad.
Es curioso que en la cuna de la “democracia” donde los ciudadanos son los que tienen que tomar las decisiones de gobierno de
la ciudad, donde el referéndum es un procedimiento para tomar decisiones por el
cual los ciudadanos ejercen el derecho de sufragio para decidir acerca de una
propuesta de resolución mediante la expresión de su acuerdo o desacuerdo,( podemos
estar de acuerdo que han habido muchos momentos para hacerlo y no se ha hecho),
pero ahora que se da respuesta a una de las reivindicaciones de los ciudadanos,
“el participar activamente de las decisiones de gobierno de nuestras ciudades/
estados, es curioso que esos “mercados” lo cuestionen, es curioso que aquellos
que lo han pedido insistentemente, también lo cuestionen. ¿No es el pueblo
quien lo debe decidir?, pues que lo haga.
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