jueves, 3 de noviembre de 2011

Habla, pueblo.

La evolución de los acontecimientos en la llamada crisis de la deuda soberana ha puesto sobre la mesa escenarios que hasta hace poco casi nadie se atrevía a considerar. Uno de ellos,  es la salida de Grecia del euro. Tras aplicar, a trancas y barrancas y en medio de una fortísima contestación social, sucesivos planes de ajuste en los últimos dos años para tratar de reequilibrar sus finanzas públicas, Grecia sigue en el hoyo. Y más hundida, si cabe, que cuando fue rescatada por primera vez en el ya lejano mayo del 2010.

Las subidas de impuestos y los recortes de gastos han sumido al país en una profunda recesión y le han impedido cumplir sus deberes en lo que hace referencia al cuadro macroeconómico. Si se cumplen las previsiones, la República Griega cerrará el año con un déficit cercano al 10% del PIB y una deuda pública que se aproximará al 160% de su economía. Los analistas, las agencias de rating y los economistas de uno y otro signo coinciden: Grecia es insolvente y la situación en Europa ha devenido ya insostenible...

Y, como si se tratara de un hijo díscolo, algunos piden ya que Grecia sea desheredada, expulsada del club del que forma parte desde enero del 2001, que Grecia abandone el euro "ya no es impensable", dicen unos. Se trata de sacar la manzana podrida del cesto para evitar que el resto de los países entre en una putrefacción similar, dicen otros.

De momento, las autoridades europeas niegan la mayor. El tiempo dirá si se avanza en esta dirección o no, pero de momento, y al margen de que esto sea realmente posible y de que vaya a producirse, lo que sí tienen claro es que las consecuencias de una fragmentación en el seno del euro serían gravísimas. ¿Qué pasa si Grecia suspende pagos y abandona la moneda única?. La cuestión planteada ahora es absurda, ya que vincular la insolvencia de un Estado a su pertenencia a la moneda única no tiene ningún sentido. Cuando California o Wisconsin quebraron, nadie se planteó que dejaran de utilizar el dólar; en cambio, en Europa, no existe la cultura de lo que es compartir una moneda. ¿Por qué si un país abandona la unión europea no puede seguir utilizando el euro?.Si al fin al cabo es lo único que tenemos en común los estados miembros.

El hecho de que fuera posible que un país con problemas saliera del euro no tiene por que sentar un precedente  negativo para el resto.
Los ciudadanos griegos deberán asumir más sacrificios y también los acreedores; la reestructuración es necesaria, con el nombre que se le quiera dar, pero tendrá que haber una quita sustancial de sus deudas y esas pérdidas se las tendrán que anotar los acreedores.

La palabra griega "democracia" ("el gobierno del pueblo") fue inventada por los atenienses para definir un sistema de gobierno de la ciudad en el cual las decisiones eran tomadas por la asamblea de ciudadanos  y no por un rey o emperador como en otras ciudades o imperios de la antigüedad. 

Es curioso que en la cuna de la “democracia” donde los ciudadanos son los que tienen que tomar las decisiones de gobierno de la ciudad, donde el referéndum es un procedimiento para tomar decisiones por el cual los ciudadanos ejercen el derecho de sufragio para decidir acerca de una propuesta de resolución mediante la expresión de su acuerdo o desacuerdo,( podemos estar de acuerdo que han habido muchos momentos para hacerlo y no se ha hecho), pero ahora que se da respuesta a una de las reivindicaciones de los ciudadanos, “el participar activamente de las decisiones de gobierno de nuestras ciudades/ estados, es curioso que esos “mercados” lo cuestionen, es curioso que aquellos que lo han pedido insistentemente, también lo cuestionen. ¿No es el pueblo quien lo debe decidir?, pues que lo haga.

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